Año complejo, difícil, de luto nacional.




Adiós al 2008.



El 2008 quedará en la memoria colectiva como un año complejo, difícil, cargado de acontecimientos y sorpresas. Fueron 12 meses dominados por dos temas torales para la sociedad mexicana: la crisis que nos vino de fuera, que nos augura un 2009 muy complicado; y la inseguridad que nos hace sentir a merced de la delincuencia.

En el ámbito internacional, el acontecimiento político del año fue, sin duda, la histórica elección de Barak Obama como presidente de Estados Unidos. Eran legión los que afirmaban que su condición de negro en el país del Ku Klux Klan hacía imposible que Barak le ganara a Hillary Clinton la candidatura demócrata, primero; y la elección presidencial al Republicano, John McCain, después.

Pero el deseo de cambio en la Unión Americana fue infinitamente mayor a los prejuicios raciales que prevalecen en ese país, y el senador afroamericano por Chicago se impuso con amplio margen al blanco McCain, héroe de la guerra de Viet-Nam, representante del stablishment.

El mismo día de la victoria de Obama, México entero fue sacudido por una tragedia que relegó a segundo plano las elecciones en Estados Unidos. Ese 4 de noviembre, a las 18:46 horas, un Lear Jet, procedente de San Luis Potosí, se estrelló en Las Lomas de Chapultepec, el elegante barrio de la Ciudad de México.

A bordo venían Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación y amigo del presidente Calderón; José Luis Santiago Vasconcelos, ex fiscal antidrogas, y siete personas más. Todos murieron. Otras seis personas que se encontraban en tierra perdieron también la vida. El saldo fue de 15 muertos y más de 40 heridos.

Las investigaciones, dadas a conocer puntualmente por Luis Téllez Kuenzler, Secretario de Comunicaciones y Transportes, determinaron que se trató de un accidente provocado por la impericia de los pilotos, que no estaban familiarizados con la aeronave. El sospechosismo endémico que padecemos hizo que muchos se apresuraran a alimentar la tesis del atentado, sin tener la menor prueba.

LUTO NACIONAL.

El 2008 fue un año de luto nacional por el asesinato de Silvia Vargas Escalera y de Fernando Marti; dos adolescentes, casi niños, que perdieron la vida a manos de secuestradores sin escrúpulos. El cuerpo de la hija de Nelson Vargas, ex titular de la Conade, fue encontrado en una casa de la delegación Tlalpan, 14 meses después de su secuestro. A Silvia la reconocieron por la dentadura.

Sus plagiarios pertenecen supuestamente a la banda de Los Rojos, que encabeza Raúl Ortiz, alias El Azul, quien escapó del hospital de Xoco cuando recibía atención médica. Si cabeza vale 2 millones de pesos.

El azul es hermano de Óscar Ortiz, quien trabajó como chofer de la familia Vargas Escalera. Fue detenido como resultado de una denuncia anónima que aportó elementos para su ubicación y detención, en respuesta a los desplegados de búsqueda y recompensa emitidos por la PGR.

Las investigaciones del asesinato del joven Marti y su chofer apuntan hacia una organización criminal conocida como Banda de La Flor que encabeza, supuestamente, Sergio Humberto Ortiz Juárez, alias El Apa, un ex policía judicial.
TERRORISMO CONTRA LA POBLACION.

En el inventario del 2008 queda registrado también el primer atentado terrorista contra la población civil. Sicarios del crimen organizado arrojaron dos granadas en la plaza de Morelia, en plena celebración del grito de Independencia. Ocho muertos y más de 100 heridos dejó la explosión de los artefactos.

Semanas después fueron capturados Juan Carlos Castro Galeana, Julio César Mondragón Mendoza y Alfredo Rosas Elicea. A los tres se les acusa de ser los autores del atentado, ordenado supuestamente por el cártel del Golfo para “calentar la plaza” a otra banda criminal, La Familia, que tiene una amplia base social en Michoacán.

En el 2007 hubo ataques a instalaciones de Petróleos Mexicanos, reivindicados por el EPR, y una bomba desactivada en el estacionamiento de la Torre Mayor de la Ciudad de México. No hubo victimas que lamentar. El atentado hizo crecer los temores de una nueva etapa, más violenta, como sucedió en la Colombia de los años 80, cuando el gobierno de ese país lanzó una ofensiva contra los carteles de la droga.

La violencia imparable del crimen organizado nos deja en el año que se va una cifra record de ejecutados que nos coloca a nivel de país en guerra. El mismísimo procurador, Eduardo Medina Mora, reconoció, a principios de diciembre, que ya iban 5 mil 376 muertos los caídos en esta guerra de dos frentes –entre bandas del narco, pero también entre el estado y la delincuencia organizada.

El saldo rojo representa un incremento del 117 por ciento en relación con el 2007. Ese año murieron 2 mil 477 personas. Las cifras de la PGR, en los dos primeros años de Calderón en el poder, registraran ya 8 mil 150 asesinatos.

NEWS DIVINE.

El año que se va nos deja otro lamentable acontecimiento que puso al descubierto no solo la brutalidad policiaca, sino la torpeza de las autoridades: la tragedia en la discoteca News Divine y sus 12 muertos, 9 de ellos muy jóvenes.

En el operativo conjunto de la Secretaria de Seguridad Pública capitalina, y la PGJDF, realizado la tarde del 20 julio, se cometieron un sinfin de abusos en contra de los jóvenes y adolescentes, criminalizados por divertirse y beber cerveza.

Durante las investigaciones que siguieron a la tragedia, una treintena de jovencitas revelaron a la CNDHDF que fueron maltratadas y obligadas a desnudarse frente a médicos legistas.

Pero el 2008 también fue el año que iluminó México, el año en que la sociedad despertó y se movilizó para exigir a las autoridades que cumplan con la tarea fundamental de proteger a los ciudadanos. El año de la frase “si no pueden renuncien”, pronunciada por Alejandro Marti, el padre de Fernando, que exhibió el cinismo de algunos funcionarios.

CAÑONAZOS DE 450 MIL DOLARES.

En la memoria del 2008 quedará plasmado el grado de corrupción al que han llegado los altos mandos policíacos a los que no les importó poner en riesgo la vida de otros agentes, ni erigirse en obstáculo para la captura de las bandas del crimen organizado a las que supuestamente deben combatir.

Noe Ramírez Mandujano, ex fiscal antidrogas, Fernando Rivera Hernández, encargado del área de inteligencia de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada; Miguel Colorado, coordinador General Técnico de esa dependencia, entregaron información reservada a integrantes del Cartel de los Beltrán Leyva, a cambio de cuantiosas sumas de dinero. La PGR habla de cañonazos hasta de 450 mil dólares.

El escándalo, descubierto por el diario El Universal cuando el periodista Raymundo Riva Palacio era todavía su director, obligó al gobierno federal a poner en marcha la famosa Operación Limpieza.

El presidente Calderón dijo que el objetivo de esa operación es entregarle a los mexicanos instituciones de procuración de justicia y de seguridad que estén limpias y comprometidas con el interés nacional, y no con ningún otro”.

CRISIS Y COCHINERO

La crisis y la recesión aparecieron también en el 2008, un año de volteretas en los precios del barril de petróleo, de pérdida de una parte del valor de nuestro peso; el año de la caída de las bolsas de valores, entre ellas la mexicana; de una contracción económica que nos asfixia, y que ya dejó a miles de mexicanos sin empleo y sin perspectivas; una crisis que nuestras autoridades vieron como un simple “catarrito” y que va camino de una pulmonía.

Fue también el año de la reforma energética; de la toma de tribuna en ambas cámaras, y de las adelitas en la calle. El de los foros en el Senado y la aparente caída de Andrés Manuel López Obrador. El del cochinero en el PRD, y la victoria de los Chuchos. El año en que el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, dejó de ser rehén del autollamado presidente legítimo; el de los encuerados del Movimiento de los 400 pueblos y el taparrabos con la foto del senador Dante Delgado.

Narcos mexicanos, peores que la mafia siciliana



Aprueban Ley del Sistema Nacional de Seguridad Publica.


En los peores 10 años de lucha contra la mafia siciliana, en Italia, murieron, en ajuste de cuentas, mil personas. En el último año de este gobierno, han muerto más de 4 mil personas en el combate al crimen organizado. Sólo en un año en México, han muerto cuatro veces más personas que en una década en Italia.
Los reveladores datos, que han llevado a la sociedad mexicana a la impotencia y el miedo, fueron mencionados en la Cámara de Diputados por Marina Arvizu, coordinadora del grupo parlamentario del Partido Social Demócrata, durante la sesión, el pasado jueves, en la que fue aprobada la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública
La Ley se aprobó con 355 votos a favor del PRI, PAN y PRD; y 39 en contra de legisladores del Frente Amplio Progresista.
La Ley establece un sistema importante de coordinación en los tres niveles de gobierno, pero también la creación de un Consejo Nacional de Seguridad que desde un principio se buscó que encabezara el Presidente de la República, por la importancia que tiene actualmente el tema de la seguridad.

El Consejo quedó conformado, además, por los secretarios de Gobernación, de Seguridad, de Marina, y los gobernadores, así como por otras autoridades. El primer propósito de la iniciativa fue logrado: El presidente de la República encabezara el Consejo Nacional de Seguridad.
En el estira y afloja, sin embargo, los diputados federales por poco dejan a Genaro García Luna, secretario de seguridad pública, sin facultades. Le quitaron la presidencia del Consejo Nacional de Seguridad, pero también la posibilidad de nombrar al secretario Ejecutivo del Consejo; el manejo de los recursos; y la evaluación y certificación de los cuerpos policíacos.
“El pataleo final para lograr el consenso fue el resguardo de la información (Plataforma México.) También se lo querían quitar”, aseguró a Vértigo un integrante de la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados, quien participó en las negociaciones. Al final prevaleció la cordura y Plataforma México se queda en la SSP.
El diputado del PRI, Francisco Rivera Bedoya, presidente de la Comisión de Seguridad, explico el espíritu de la Ley. “Desde un principio se buscó que existiera un centro de certificación y evaluación de todas las policías, de todos los elementos que ingresen a las fuerzas de la seguridad.
“No se admitió que fuera el mismo órgano encargado de la seguridad, el encargado de evaluar. Se buscó que fuera un centro ajeno, para que no fuera juez y parte.”
Dijo mas: “para nadie es un secreto que la mayor parte de las policías están infiltradas por la delincuencia. En las áreas municipales, es una verdadera calamidad el control que tienen las bandas delictivas.
“En lo sucesivo, ningún policía, ningún miembro de las fuerzas de seguridad, llamémosle procuradurías o policías, podrá ingresar al sistema, si no hay una adecuada evaluación y certificación en que se tomen en cuenta todas las modalidades que debe tener un hombre para poder portar un arma y ser representante de la seguridad de nuestro país.”

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A esta Ley se sumó la abrumadora mayoría de los diputados del PRD. Andrés Lozano Lozano subió a la tribuna para posesionar a este partido frente al dictamen. “No podemos tener intereses políticos, ni partidistas, en materia de seguridad pública. El actual Sistema Nacional de Seguridad Pública en mucho está en crisis, porque no existe una coordinación entre la Federación, los estados y los municipios.
“No hay la confianza para que los estados integren una sola base de datos criminalísticos, policíacos ni de armamento” subrayó.
Edgar Armando Olvera Higuera, PAN, completo: “La Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública nos permitirá tener un sólo escudo contra la delincuencia organizada. Sabemos que esta ley no es la solución a un problema de raíz; sin embargo, es herramienta y arma para que los gobiernos estatales y municipales pongan en orden a su cuerpo de seguridad pública y presten un servicio eficaz para todos los ciudadanos.

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Apenas termino la votación, nos acercamos a Rivera Bedoya para que abundara sobre las bondades de la nueva Ley. Su cara era de satisfacción. Sus palabras también. Fueron muchas horas de negociación, de desvelo, de jaloneos entre las distintas fuerzas políticas. Al final se llego al consenso.
“La Ley lleva cosas muy valiosas, como es el consenso de que el Presidente presida el Consejo Nacional de Seguridad. Es un órgano tan importante y los gobernadores son titulares de los poderes ejecutivos locales. Buscamos, entonces, que los gobernadores se sientan entre pares, y no en un segundo, o tercer nivel”, dijo a este semanario.
Abundó: “Legislamos para que haya un Programa Nacional para evitar los delitos, no solo perseguirlos, sino evitarlos, tomar todas las medidas necesarias. El problema fundamental fue el Centro de Información. Algunos diputados no querían que se ubicara dentro de la Secretaría de Seguridad Publica, pero al final se logró, por consenso, que se resguardara esa información por la Secretaria”
Otro de los temas que retrasó la aprobación de la Ley era la centralización del control de los Estados en cuanto a recursos. “Estaban los vientos de la Ley muy bravos contra los estados. El secretario técnico, quedo con un gran poder para vigilar, para sancionar, para quitarles los recursos, claro, con aprobación del Consejo”
-- ¿Cuál es la principal aportación de la nueva ley a la seguridad? le preguntamos al diputado del PRI.
-- Tengo confianza en que esta ley va a abatir el problema de los malos policías. Hay un filtro muy grande para el ingreso, para la permanencia de la Policía. Hay responsabilidades muy graves para los funcionarios que violen las disposiciones, que violen las reglas de admisión o que certifiquen indebidamente.
-- ¿Cuáles serían las sanciones?
-- En un principio se hablaba hasta de 10 años de cárcel, pero se redujo.
-- ¿Cuánto se redujo?
-- De uno a cuatro años, a quienes omitan, quienes faciliten que alguien obtenga una certificación sin tenerla. Entonces va a ser un filtro muy importante, ahorita lo más grave, ya lo han dicho aquí, es que cada diez ciudadanos, siete no confían en la policía. Hay que buscar un modelo de policía confiable en el país, que esté en todos los niveles de gobierno también en el ministerio público. Que los peritos, ministerios públicos, todos estén certificados. Creo que eso es lo más importante.
Rivera Bedoya volvió al tema de la coordinación de los tres niveles de gobierno en materia de seguridad. Recordó que en la nueva Ley es establece como delito el hecho de que algún estado o municipio se rehúse a dar información, o maneje mal los recursos para seguridad. “El Consejo, a través de los gobernadores, puede tomar medidas en ese aspecto”, dijo.
-- ¿Cómo se resolvió el tema de los dineros?
-- En el sentido de que no se puede privar a ningún estado de la República sin previa audiencia y causal fehacientemente comprobado.