A nadie conviene lastimar a las cámaras: Gamboa.

Emilio Gamboa Patrón, 57 años, encabezó la Junta de Coordinación Política, órgano de gobierno de la Cámara de Diputados, durante el año de todos los peligros. Asumió el cargo el primero de septiembre del 2006, cuando el país se encontraba convulsionado por el conflicto poselectoral. El Zócalo lo ocupaban seguidores del derrotado Andrés Manuel López Obrador, y los legisladores perredistas se aprestaban a bicotear el último Informe del Presidente Fox.
El parto de la LX Legislatura era difícil. Durante los meses que siguieron, la tensión se incrementó. Los amarillos amenazaban con impedir la toma de protesta del Presidente Calderón en San Lázaro. Tres días antes del evento, los diputados panistas y perredistas convirtieron la tribuna en zona de guerra. Hubo golpes, amenazas, descalificaciones. El diálogo estaba roto y se temía lo peor.
Pero pasó la atropellada toma de protesta de Felipe. La adrenalina bajó. Los coordinadores parlamentarios convirtieron los puñetazos en palabras. 18 días después aprobaban por unanimidad la Ley de Ingresos, y 4 días después el Presupuesto de Egresos. No se había logrado en tres lustros,.
Gamboa dejó la presidencia de Junta en manos del panista Hector Larios. El acto se desarrolló en un ambiente radicalmente distinto al que prevalecía cuando asumió el cargo. Fue un mensaje de unidad. Asistieron los ocho coordinadores parlamentarios, y la flamante presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, la perredista Ruth Zavaleta.

--¿Cuál fue la receta?—le preguntamos a Gamboa

-- Platicar, hablar, tratar de buscar la unidad dentro de la Cámara.

-- ¿Pero cómo explicamos este cambio de atmósfera?

-- Cuando nos sentamos a platicar coincidimos en que lastimábamos la imagen de la Cámara , el trabajo legislativo, y que esto a nadie convenía. Nos dijimos que lo mejor era llegar a acuerdos. Así se hizo. Nos sentamos en la Junta de Coordinación Política todos los lunes. Allí vemos los temas más complicados y difíciles que hay en el país, y salimos adelante. Y tan salimos adelante que llegamos al Primer Informe (de Felipe) en paz y tranquilidad. Se acabó el ritual.

-- Un año al frente de la Junta de Coordinación Política. ¿Qué lecciones sacó?

--La primera es que la Cámara de Diputados cuenta con capacidad de llegar a acuerdos y consensos, y que las dos compañeras legisladoras, y los otros cinco, son gente seria, madura, profesionales de la política, con quienes puedes llegar a consensos.

-- ¿Cuáles fueron las lecciones en el plano político?

-- Cuando instalamos la Mesa Directiva no había ni Presidente de la República. Persistía la duda de quien iba a ser. Fue el primero de septiembre del año pasado. Instalar la mesa fue parte fundamental, y la distribución de las comisiones ordinarias, extraordinarias y especiales, asignarlas a cada grupo parlamentario, fue verdaderamente una lección y una experiencia política para mí.

-- Vemos con frecuencia en la prensa fotografías que ilustran la buena relación que hay entre Héctor Larios, PAN, Javier González Garza, PRD; y Emilio Gamboa, PRI. En algún pie de foto los bautizaron incluso como Los Tres Barones. ¿La cordialidad es real?

-- Hay empatía entre los tres y hay respeto mutuo. Somos muy distintos afortunadamente. Lo contrario hubiese sido un desgarre. Podemos tocar el tema que sea. Tenemos posibilidad de debatirlo, dialogarlo, y tratar de buscar soluciones.


-- Usted dijo que sin una reforma electoral no habrá reforma fiscal y viceversa. ¿Por qué atar una con la otra? ¿Por qué no juzgar cada una en sus méritos?

--Cada una es valorada en sus comisiones. Lo que yo siento es que, tanto en el Senado de la República como en la Cámara de Diputados, vamos en el mismo tono. No tengo la menor duda de que van a salir las dos. Estamos a punto de llegar a acuerdos. Le apuesto a que las dos salgan. Tienen carriles distintos, separados. Una en la Cámara de Senadores, y la otra en la de Diputados.

-- ¿Porque entonces esa declaración?

-- Porque en nuestra fracción hemos tomado la determinación de sacarlas conjuntamente. Las dos son muy importantes. La sociedad las demanda. La reforma política nos va a ahorrar muchísimo dinero y queremos saber, en la reforma fiscal, donde se van a utilizar estos recursos.

-- ¿Los diputados quieren cambiarle al gobierno federal espejitos fiscales por el oro del IFE?

-- No. El tema de los consejeros electorales constituye una parte mínima de lo que va a ser la reforma electoral. La sociedad demanda campañas más cortas, menos costosas; quiere que se regulen las precampañas; darle más atribuciones al IFE para que sea un Instituto autónomo y con dientes; que no lo dejemos sin ninguna posibilidad de apretar más a los partidos políticos. Va a tener más atribuciones sobre nosotros y eso es bueno.

-- La salida de Ugalde es un irreductible para los senadores del PRI. ¿También para los diputados?

-- No hemos tocado ese tema. No lo hemos definido. Pero estamos esperando, con mucho respeto, lo que venga de mis compañeros Senadores

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