Se legisló “por agravio”: Ugalde

Luís Carlos Ugalde acababa de presidir su última sesión como presidente del Consejo General del IFE. “Me voy con la satisfacción de haber entregado toda mi energía y mis capacidades”, había dicho, antes de levantarse de su asiento. “Es una de las experiencias mas intensas que puede tener un mexicano”, aseguraba, Se sentía la rabia, la congoja, la impotencia ante el dictado de los partidos, aunque se declaraba “tranquilo”.

En silencio había escuchado los reproches de los representantes del PRD, PT, y Convergencia en el IFE, que lo acusaban de todos los males electorales yu de la polarización de los mexicanos. Había recibido con emoción el reconocimiento y la gratitud de los demás consejeros electorales. Una larga fila de asesores, colaboradores y empleados del Instituto se le acercaban para darle un abrazo, decirle al oído una palabra de aliento, o simplemente para despedirse.

Pedimos hablar con él para esta charla con Vértigo. Abelardo Martín, su eficiente director de comunicación social, le comunicó la petición. La aceptó. “Te espero en quince minutos en mi oficina”, nos dijo. Martín encaminó al reportero hasta el edificio de la presidencia, y nos dejó en la pequeña sala de espera, donde acabó por realizarse la entrevista.

En su último discurso, el todavía presidente consejero del IFE –está previsto que se vaya esta semana-- había llamado la atención sobre la necesidad de que prevalezca el interés ciudadano sobre el interés de los partidos, de los medios y de los particulares. “Hay que colocar a los ciudadanos como el actor principal de la democracia, y no al revés, a los partidos como los principales beneficiarios de la democracia”, dijo este hombre que el próximo mes de enero viaja a los Estados Unidos para impartir, en la prestigiada Universidad de Harvard, la cátedra Robert F, Kennedy.

-- ¿Ve riesgos de que se imponga una partidocracia en el país y que la democracia beneficie a los partidos, y no a los ciudadanos?— le preguntamos de entrada.

--Sí, veo en los próximos años un riesgo de partidocracia, es decir, la nueva Reforma Electoral protege a los partidos, se basa exclusivamente en el principio de equidad, y no considera el principio de libertad de los individuos a participar, opinar, estar informados. Ninguna reforma electoral puede ser buena, si no amplia, protege y fortalece a los ciudadanos
Quiero comentarte lo siguiente: hace 30 años México tuvo una concentración del poder excesiva en la figura del Presidente y hubo un periodo llamado presidencialismo, en donde el Ejecutivo no rendía cuentas y no tenía contrapesos. Los partidos lograron desmontar eso desde el Congreso y fue un gran paso hacia la democracia.
Hoy el riesgo es que los partidos, como nuevos actores influyentes de la vida política, puedan desde el Congreso, colocarse como quienes gobiernan, sin tener contrapesos.
Me parece que eso en México y el mundo se conoce como partidocracia, cuando los partidos gobiernan desde el Congreso sin suficientes mecanismos de control y regulación, y que los ciudadanos pasan a segundo término, las instituciones autónomas pasan a segundo término.
Esa es la reflexión más importante para los próximos 20 años, cómo lograr que un esquema plural como el mexicano, los partidos respondan a los ciudadanos, rindan cuentas, entre otros, y creo que esta es la discusión nueva para los próximos 15 o 20 años; ya se está notando en muchos medios de comunicación.
El riesgo que corremos es que con el paso del tiempo (los partidos) no rindan cuentas y no tengan un ente regulador que los vigile con suficiente autoridad. Esa creo que es la principal preocupación. Por eso hoy, en mi último mensaje lo que dije es: no olvidemos lo más importante de la democracia, que deben ser los ciudadanos.
Ahora que está esta discusión de si los medios de comunicación o los partidos tienen razón, creo que ninguno de los dos debe tener razón. Quien debe tener razón es el ciudadano. Hemos observado un debate a nivel de si los medios protegen sus intereses o si los partidos protegen los suyos. Sin embargo, creo que la razón es qué beneficia más al ciudadano. Lo que se está viendo es que los partidos están en contra de los medios y viceversa, y eso no lleva a buen puerto.

-- Hay un párrafo de su discurso que me parecía que estaba aludiendo a las nuevas reglas del COFIPE y las restricciones que impone a los gruipso ciudadanos para que se expresen en época de elecciones. Es el que dice: es necesario evitar soluciones que mejoren las condiciones de la competencia, en detrimento de las condiciones para que los ciudadanos se informen, opinen y participen.

-- La equidad es la principal preocupación de la Reforma Electoral, y es entendible que así sea, porque en el 2006 hubo muchas acusaciones de que había faltado equidad, pero creo que la equidad debe ser balanceada con la libertad. Es decir, libertad y equidad deben ser los principios que guíen el desarrollo democrático del país.
Pero si tú solamente privilegias mucha equidad; es decir, prohíbes que los ciudadanos opinen, restringes a los medios de comunicación, puedes acabar maximizando la equidad y limitando la libertad individual. Quiero ser muy claro en decir que aquí no estoy hablando de los concesionarios, ni de la televisión, ni la radio, estoy hablando de los ciudadanos.
Equidad a toda costa sin importar su impacto sobre la libertad de los ciudadanos puede constituir un muro que separe a los partidos de los ciudadanos, y que quite a la democracia un ingrediente importante que es la expresión libre de ideas.
Cuando en la Reforma Electoral se plantea que ningún particular puede expresar, a través a través de los medios, su punto de vista, te das cuenta que es una reforma hecha por el fenómeno de los empresarios en 2006.
Pero pregunto ¿qué pasa si en el 2012 la asociación nacional de mujeres en contra de la violencia y de la violación quieren hacer conocimiento de que un partido o un candidato en el pasado cometió violencia familiar?
¿Acaso estaríamos prohibiendo a un grupo de mujeres que buscan combatir la violencia contra las mujeres, expresar su punto de vista? ¿Qué pasa si pasado mañana un grupo ecologista quiere denunciar que un partido político va a provocar un desastre ecológico en la sierra de Chiapas ¿Estaremos en contra de que lo dijera en televisión y radio? Creo que no.
Esta reforma está muy cercana a los agravios del 2006, y cuando tú legislas muy cercano a un agravio, no ves lo que al país le conviene en los próximos 20 años. Por eso digo que deben combinarse de manera virtuosa equidad y libertad, pero creo que la Reforma Electoral puede limitar el derecho de los ciudadanos a estar informados.

-- ¿Cree que se cometió una arbitrariedad con Luís Carlos Ugalde?

-- No, creo que para tratar de solventar los agravios del 2006, se hizo una reforma de largo alcance que contiene cosas buenas y contiene cosas malas, que contiene cosas que son regulables y cosas que no se van a poder aplicar. Cuando tú tratas de resolver el futuro con base en el fenómeno de la coyuntura, puedes estar excediéndote en temas que a la larga no son correctos.
¿Qué pasa si en el 2006 quienes se hubiesen expresado en los spots, no hubiesen sido los empresarios, sino los indígenas de Chiapas para denunciar la discriminación. Te aseguro que no habría habido tal discusión sobre el particular. Por eso creo que la mejor ruta es no prohibir que hablen ciudadanos o los grupos, sino darles voz y recursos para que aquellos que quieran expresarse se expresen.
Los legisladores están preocupados en que como los empresarios tienen dinero, son los únicos que pueden pagar spots y por lo tanto, otros que no pueden pagar spots están en desventaja. Mejor que les demos las condiciones para que todos puedan expresar su punto de vista.
Lo más virtuoso sería mecanismos para que todos puedan opinar, sindicatos, mujeres, indígenas, ecologistas, empresarios. Creo que esto es una reforma que prohíbe, en lugar de promover la expresión de los diversos grupos de la sociedad.

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