PRD: Amenaza de Fractura

El PRD enfrenta la elección más importante de su historia bajo que amenaza de fractura. Chuchos y obradores, los dos grupos dominantes, contenderán en las urnas el próximo 16 de marzo para elegir al nuevo presidente nacional, y renovar las dirigencias estatales.

En juego estará no solo el rumbo de ese partido, el más importante de la izquierda, sino la consolidación o no del asfixiante dominio que Andrés Manuel López Obrador ejerce no solo sobre esa agrupación política, sino en el Gobierno del Distrito Federal

Cinco candidatos se registraron para contender por la jefatura nacional del partido: Alejandro Encinas, candidato de Izquierda Unida y gallo del legitimo; Jesús Ortega, abanderado de la moderada corriente Nueva Izquierda; Alfonso Ramírez Cuellar, del Movimiento para la Democracia; Camilo Valenzuela, de Red de Izquierda Revolucionaria; y Dina Navarro, de la desconocida corriente jaliciense Armonía

Un sexto candidato, el senador Ricardo Monreal, ex gobernador de Zacatecas, aventó la toalla el mismo día que se abrió el registro. En una carta enviada a los integrantes del Comité Técnico Electoral, consideró que no hay condiciones para participar en la contienda equitativa.

“Con tristeza observo que las irregularidades (en la precampaña) no sólo
se mantienen, sino que se incrementan, con lo cual ponen en riesgo la legalidad, y particularmente la legitimidad de los resultados electorales, pues el cúmulo de faltas exacerba los ánimos de la militancia y despierta el encono entre los diversos grupos que conforman nuestro instituto político”, escribió el zacatecano.

En corto, Monreal dijo a este semanario que no va a ir a una contienda donde no hay debate, ni equidad. Al zacatecano le dolió que el legítimo, al que ha servido con lealtad, se decantara públicamente a favor de Alejandro Encinas, el hombre que contiende bajo el slogan “al rescate de la izquierda”, lo que rompe internamente los equilibrios.

Los observadores coinciden que el resultado de la elección rebasa las fronteras del PRD. La vuelta a la normalización de la vida política nacional dependerá, en buena parte, del resultado de esos comicios internos, auguran.

Nadie duda que un triunfo del obradorista Alejandro Encinas, quien cuenta con el respaldo obligado del Gobierno del Distrito Federal, contribuiría a la radicalización del partido más fuerte de la izquierda, y fortalecería la postura intransigente de Andrés Manuel López Obrador.

Pero si el ganador es Jesús Ortega, por el que apuesta no solo la izquierda institucional, sino el gobierno federal, las negociaciones de las reformas estructurales en el Congreso de la Unión serian más viables. La linea de no reconocimiento del gobierno del Presidente Calderón quedaría debilitada, aseguran.
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El senador Carlos Navarrete se tocó con el dedo índice la punta de la nariz. Quería subrayar, con el gesto, su convencimiento de que la elección para renovar las dirigencias del PRD --nacional y estatales—no terminará con una fractura del mayor partido de izquierda en México, como auguran no pocos analistas.

“Andrés Manuel tiene olfato político. ¿Tú crees que va a cambiar los caminos seguros del PRD por veredas inciertas?”, preguntaba el senador guanajuatense, colocándose de lleno en la hipótesis de que Jesús Ortega, candidato de la moderada corriente Nueva Izquierda, se alzará con la victoria sobre Alejandro Encinas, el gallo de Andrés Manuel López Obrador, el próximo 16 de marzo.

Navarrete charlaba con Vértigo en las instalaciones de Expo Reforma, donde el Comité Técnico Electoral, que encabeza al ex priista Arturo Nuñez Jiménez, recibía las solicitudes de registro de los candidatos. El senador acompañaba a Ortega, quien va en fórmula con el mexiquense Horacio Duarte, representante del PRD ante el IFE.
Horas antes, en ese mismo lugar, se había registrado en ese mismo lugar Alejandro Encinas. El ex jefe de gobierno del DF, empleado del legítimo, se presento como un hombre que buscará la unidad del PRD, advirtió que buscará dejar atrás las alianzas pragmáticas que rayan en el oportunismo.“Más partido y menos corrientes; más política y menos conflicto interno”, sintetizó.
Ramírez Cuellar, apoyado por notables del partido como Pablo Gómez,. Javier González Garza o Saúl Escobar, destaco, en charla con este semanario, la necesidad de fortalecer el partido y “meter en orden a lls gripos internos”.

Los Chuchos y la parte menos radical del movimiento obradorista habían iniciado negociaciones que iban por buen camino. Hubo resultados. La Corriente Nueva Izquierda en la ALDF, que encabeza Víctor Hugo Círigo, aprobó por unanimidad el presupuesto del Gobierno del Distrito Federal, que encabeza el obradorista

El acercamiento se tradujo en la presencia de Marcelo Ebrard en el informe de actividades legislativas de su más acérrimo crítico de Nueva Izquierda, el senador Rene Arce, y su presencia en el presidium. Pero todo se vino abajo cuanto, otra vez, “por instrucciones de Andrés Manuel”, Ebrard se vio obligado a respaldar a Alejandra Barrales, ex líder del sindicato de aeromozas, en la disputa por la dirigencia del PRD-DF. El jefe de gobierno del DF tenia casi amarrado un acuerdo con Nueva Izquierda para sacar un candidato de unidad.

Las cosas se tensaron aun mas con las denuncias realizadas por asambleístas de NI, contra funcionarios del GDF que repartieron cobijas en la Delegación Iztapalapa de la Ciudad de México, a cambio de amarrar el voto en favor de Alejandro Encinas.

El polémico secretario de comunicación social del CEN del PRD, Gerardo Fernández Noroña, estuvo ese día en Iztapalapa, pero niega tajante jhaber sido parte del irregular acto proselitista. “Si tienen una sola prueba que la exhiban”, retó el ex vocero del PRD, en charla con ese semanario.

Fernández Noroña, quien califica a Los Chuchos de colaboracionistas, admitió que visitó la delegación Iztapalapa en compañía de los funcionarios acusados –Alfredo Hernández Raigosa, director de Regularización Territorial: su esposa Dione Anguiano, funcionaria de la Secretaria de Educación; y Jesús Valencia, director del DIF, pero dijo que la camioneta del DIF-DF, que fue interceptada por diputados locales de Nueva Izquierda, andaba en el reparto de cobertores, como parte del programa público “Frío Invierno-Calor Humano 2007-2008”, del Gobierno del Distrito Federal

Fernández Noroña, por lo demás, está convencido de que, aún si gana, Jesús Ortega no podrá mover el partido hacia la derecha. “No tiene forma de enfrentar un liderazgo como el de Andrés Manuel López Obrador. Resta obligado a pactar con él”, aseveró el ex vocero.

-- ¿Si gana Chucho Ortega te vas del partido? le preguntamos a Noroña.

-- ¿A donde vas que más valgas? – negó el aguerrido ex vocero.

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