La batalla por el Informe

Acuerdo parlamentario, la única salida.

Utilizados en los tiempos del priato para adular al presidente en turno –besamanos incluido-- los informes de Gobierno se han transformado en ocasión para la estridencia y la descalificación del primer mandatario, conforme avanza la pluralidad.
Los grupos de oposición, en particular el PRD, han encontrado cada primero de septiembre –fecha de ese acto republicano-- una ocasión inmejorable para abuchear, denostar, reclamar y hasta insultar al jefe del Ejecutivo en turno.
Informe tras informe, la oposición se ha planteado ser más creativa en la
estridencia, para ser mas llamativa en los medios. “Es una lucha perversa”, dice a Vértigo el diputado priista Samuel Palma, coautor de una de las 24 iniciativas que se han presentado para modificar el formato del Informe y que están congeladas en comisiones
El agotamiento del actual formato salta a la vista. Los legisladores están concientes. Las 24 iniciativas para cambiarlo lo ilustran. ¿Porque no se ha modificado? Palma culpa a “la pereza” y “falta de planeación” del gobierno y del PAN.
“Los agarraron con los dedos entre las puertas al cuarto para las doce”, dijo el legislador priista, en referencia a la prisa que ahora muestra el PAN para modificar el formato de la ceremonia; o por lo menos lograr un acuerdo parlamentario que permita transitar en orden la presentación del Informe
Hector Larios, coordinador de los diputados del PAN, presento hace mas de tres meses una iniciativa para que el presidente sólo presentara por escrito su Informe de Gobierno y volviera en febrero a responder las preguntas de los legisladores, una vez que estos tuvieran conocimiento del contenido del Informe.
“El hecho de cambiarlo de septiembre a febrero, quita todas las reminiscencias negativas que tiene el primero de septiembre. 14 o 15 años después de que terminó el autoritarismo, seguimos mentándole la madre, insultando al presidente. Es absurdo. El país ya cambió”, dijo entonces a este semanario el diputado Larios

Hace un año, el entonces presidente Fox ni siquiera pudo ingresar al salón de sesiones. La tribuna se encontraba ocupada por encolerizados legisladores perredistas que no acababan de digerir la derrota oficial de Andrés López Obrador en las elecciones presidenciales. Consideraban al mandatario saliente como parte fundamental de lo que aún califican de fraude electoral.
Los perredistas siguen sin reconocer a Felipe Calderón como presidente legítimo. Los más radicales, minoritarios afortunadamente, amenazan con impedir la entrada del presidente al recinto legislativo, el primero de septiembre próximo.
El senador Carlos Navarrete, coordinador del grupo amarillo en la Cámara Alta y voz moderada de Nueva izquierda, no plantea repetir la escena, pero si dijo a este semanario que el PRD no permitirá que las fuerzas federales –Estado Mayor incluido — asuman el control del Palacio Legislativo en día del Informe.
El PRD encabezará la mesa directiva de la Cámara de Diputados a partir del primero de septiembre. La Ley Orgánica del Congreso dice que el presidente de la mencionada mesa directiva responderá el Informe de Gobierno, y que sólo él tiene facultades para llamar a la fuerza pública.
Este impasse ha hecho que el PAN busque desesperadamente un acuerdo con las demás fuerzas parlamentarias para evitar otro circo el día del informe. El pasado miércoles, la bancada azul presentó una iniciativa de última hora para modificar el formato, a fin de que el presidente Felipe Calderón, otrora diputado, pudiese debatir con los legisladores ese mismo día con los legisladores. La modificación se realizaría en un periodo extraordinario.
Pero el PRD y el PRI no tardaron mucho en rechazar la idea de un periodo extraordinario con ese tema en la agenda. El PRI, sin embargo, abrió la puerta a un acuerdo parlamentario que evite se vuelva a repetir lo sucedido el año pasado. “No caigamos en una trampa como la sesión de transmisión de poderes en primero de diciembre pasado, realizado con empecinamiento, a empujones y vulnerando el orden”, manifestaron, en un comunicado, senadores de ese partido
El propio Palma dice que la única posibilidad que queda para transitar, más o menos con tranquilidad, el primero de septiembre, es el acuerdo parlamentario. “La parte (del PRD) que trata de buscar acuerdos y evitar la confrontación puede rebasar la posición (radical) de los lopezobradoristas”, advierte el priista. La pelota, pues, está en la cancha del PRD. Mejor dicho, en la cancha de Los Chuchos.

http://www.revistavertigo.com/Articulo.aspx?articulo=423

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