Todos los caminos llevan a aduanas

Una de las figuras claves en para esclarecer el escándalo de Zhenli Ye Gon es José Montalvo Guzmán, ex Administrador General de Aduanas durante el sexenio pasado. El nombre de este amigo de los Bribiesca, íntimo de Gina Morris, la asistente personal de Martha Sahagún, aparece cada vez con mayor frecuencia en pistas y denuncias, anónimas o no, sobre la importación de decenas de toneladas de seudoefedrina realizadas por el chino.

Otro nombre que aparece con insistencia es el de Luís Roberto Patrón Arrégui. Inicialmente iba a quedar como sucesor de Montalvo, pero las sospechas de corrupción y su cercanía con la señora Sahagún obligaron al presidente Calderón a colocar en su lugar a Juan José Bravo.

Arregui fue a dar a Innovación y Calidad del SAT, donde estaba Bravo, a pesar de que una denuncia anónima, recibida por la PFP en Mayo del 2006, habla de que dio apoyo para importar seudoefedrina procedente de la India.

Una empleada “de muchos años” de Aduana, cuyo nombre mantendremos en reserva por razones obvias, escribió al correo de este reportero para señalar:

“Juan José Bravo está nervioso porque él solo es un títere emergente. El candidato de Guzmán y de Paco Gil para cubrir todo era Patrón Arregui, pero ya traía sendas sospechas de trabajar para los Bribiesca en Manzanillo”.

El correo agrega: “El caso del chino está en Aduanas. Yo llevo años trabajando acá, y no se puede pasar nada sin entrarle con el administrador; que no se haga Guzmán Montavo, siempre supo lo que sucedía, pero como estaba protegido por la señora, pues le valía.”

Otra fuente de Aduanas asegura que Juan José Bravo tiene asignada la misma tarea de encubrimiento que le había sido encomendada a Arregui. El hombre no ha movido a un solo colaborador de Montalvo.

--¿Qué ha sucedido con Montalvo?

-- No se sabe. Supuestamente iba a ir a platicar (con las autoridades) en las próximas semanas, pero yo sabía que se va a ir de viaje.

-- ¿Está citado por la PGR?

-- Exactamente, pero dicen que ya no está en el país.

La fuente asegura que cada vez que sale algo en los medios, se ponen a temblar. “No hicieron lo que correspondía. Si lo hubieran hecho no les meten tantos golazos con facturas falsas y permisos”, puntualiza.

Al respecto, el procurador, Eduardo Medina Mora, en conferencia de prensa realizada en Los Pinos el pasado jueves, confirmó que los pedimentos de importación y las operaciones que se realizaron, así como las facturas y transacciones comerciales, se hacían a nombre de una empresa Esmerald and Export Company de Hong Konk, que no existe en el registro de las compañías que en esa isla asiática tiene de las empresas industriales o comerciales en esa jurisdicción.

Las investigaciones de la PGR revelaron que la empresa china que realmente manufacturó los productos es Arker Chemical Products de Hong Kong.

“Hay una falsificación de documentos que se da en algún momento después de la salida de los productos del territorio chino. Esta es, por lo mismo, una investigación que corresponde también a la autoridad china”, dijo el fiscal de la Nación.

Los embarques de seudoefedrina transitaron en la ruta que va de Hong Kong al puerto estadounidense de Long Beach, y de allí a los puertos mexicanos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas.

“El destino de la seudoefedrina es, evidentemente, los cárteles mexicanos que produjeron, con base en este farmoquímico, metanfetaminas que seguramente comercializaron en Estados Unidos y en México”, puntualizó el procurador.
La indagatoria continúa abierta. Los elementos allí están. Medina Mora dice que uno de las pistas más importantes de la indagatoria que realiza la Procuraduría General de la República es la venta de seudoeferina a las diferentes organizaciones. ¿Por qué no enfocar también las baterías hacia el anterior Administración de Aduanas y sus amistades guanajuatenses? Es pregunta.

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